Los últimos tiempos aparecen nuevos vocablos que hacen mención a sistemas energéticos pero que podemos afirmar que no lo son.
Y la aerotermia es uno de ellos. Se refiere a la obtención de energía del aire. Y no es más ni menos que una bomba de calor aire-agua.
Prima-hermana está la geotermia, pero ésta obtiene energía de la tierra. Sus ventajas son la mayor estabilidad de la temperatura de la tierra (sobre 15 grados) frente a la aerotermia que varía mucho entre verano/invierno y la zona climática donde estemos.
Con ello la eficiencia energética de geotermia se está moviendo sobre 5, mientras que la aerotermia de más tecnología se conforma con índices de 3,5 (valores conocidos por consulta de varias máquinas del mercado y haciendo una media de las mismas).
Y esto del 5 y del 3,5 qué significa? Pues significa que por cada kilowatio de energía eléctrica que consumen las bombas de calor se consigue rendir 3,5kW o 5kW térmicos.
Bien. Con esta breve explicación y analizando la potencia térmica necesaria en la casa pasiva decidimos que la geotermia tendría un retorno de la inversión de más de 25 años frente a la aerotermia que era de 15 años.
Con esta cadencia en años de recuperación y creyendo que en los próximos años surgirán nuevas tecnologías alrededor de las instalaciones térmicas nos declinamos a instalar un sistema de aerotermia de gran rendimiento para trabajar a temperaturas de menos de 35 grados centígrados, lo que resulta según establece el IDAE con su documento PRESTACIONES MEDIAS ESTACIONALES DE LAS BOMBAS DE CALOR para PRODUCCIÓN DE CALOR EN EDIFICIOS que esa máquina se considera ENERGÍA RENOVABLE, con lo que podemos sumarla a la lista de acciones bioclimáticas, renovables y sostenibles de nuestra casa.
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